Los servicios de intervención temprana se proporcionan basándose en las necesidades de desarrollo del niño, en las inquietudes y prioridades de la familia, y en los existentes recursos disponibles para la familia. Los servicios se proporcionan dentro del contexto de las actividades diarias y de la rutina del niño y de la familia. Los servicios de intervención temprana pueden:
• Mejorar el beneficio educativo y de desarrollo
• Reducir los costos futuros por la necesidad de educación especial, rehabilitación y cuidado de la salud
• Reducir sentimientos de aislamiento, estrés y frustración que las familias pudieran experimentar
• Ayudar a que los niños con discapacidades lleguen a ser individuos productivos e independientes
• Fortalecer la capacidad de las familias para proteger y cuidar a sus hijos con necesidades especiales
La evaluación incluye las siguientes áreas de desarrollo y debería identificar tanto retrasos como punto fuertes y capacidades:
· Comportamiento Adaptivo: cómo cuidan los niños de sí mismos, incluyendo usar el inodoro, alimentarse y vestirse.
· Comunicación: cómo entienden, hablan y usan el lenguaje los niños.
· Comportamiento Cognitivo: cómo piensan y resuelven problemas los niños.
· Motricidad fina y gruesa: cómo usan los niños los músculos, su coordinación ojo-mano y otras tareas motrices grandes y pequeñas como caminar, correr, brincar y escribir.
· Comportamiento Socio-emocional: cómo se comportan los niños con adultos y compañeros, cómo se perciben a sí mismos, cómo comunican sus necesidades.
· El historial médico del niño también se considera, por lo que podrían recomendarse exámenes de la vista y el oído dependiendo de las necesidades del niño.
En conclusión el proceso de evaluación en sí puede ayudar a contestar algunas preguntas sobre el desarrollo del niño y cómo trabajar con él o ella. La evaluación debería ser un esfuerzo continuo y de colaboración entre profesionales y padres para entender las señales de aviso.
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